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jueves, 8 de septiembre de 2011

Lituania, 1ra. parte: Ecofestival, y una semana movida en Kaunas.

Castillo de Trakai

Nos encontramos con Tuchkus, Paulius y Edvinas ya bien entrada la noche, y nos dirigimos en el coche derecho al festival. Unas chicas con voces angelicales cantaban música tradicional lituana, y la gente contemplaba el espectáculo a la luz de las estrellas. Pusimos las carpas (tiendas de campaña), dejamos todo el equipaje y fuimos a hacer reconocimiento de terreno. Si bien era un eco-festival donde no se permitía el consumo de alcohol o carne, nos fuimos con Tuchki y la gente a un rincón alejado a comer un salame regado con una buena botella de vino. Siempre como el salmón, contra la corriente... El cielo ese día era especial: estaba prevista la lluvia de estrellas más grande en unos cuantos años y, si bien el cielo estaba parcialmente cubierto y no nos quedamos hasta la hora debida, pudimos ver un buen número de ellas bailar sus danzas ígneas a través del cielo.
Pasamos todo el fin de semana en el festival, conociendo gente local y aprendiendo un poco de su cultura. La novia de Paulius (Ponulis, para los amigos), Vaida, organizaba el evento. No era mucha gente (algo de 200 personas), pero era la gente adecuada, todos muy buena onda. Aprendí algunas frases en lituano, a tejer pulseras y cinturones al estilo típico del lugar, fui a talleres sobre variados temas (aunque no entendí nada porque eran en lituano), y aprendí algunos 'sutartinės', antiguos y muy singulares ejemplos de música tradicional considerados Obra Maestra del Patrimonio Oral e Intangible de la Humanidad por la UNESCO.


Pasamos por el castillo de Trakai, hermosa construcción de comienzos del s. XV y símbolo de Lituania, y llegamos a la casa de Tuchkus en Kaunas, y tratamos de organizar un poco la semana para hacer algunas actividades. Al día siguiente fuimos por todos los alrededores de Kaunas en bicicleta, pasando por el Yacht Club y el hermoso monasterio de Pazaislis, el más grande de Lituania y mejor ejemplo de arquitectura barroca italiana en el país.


Más tarde nos encontramos con Giedrius para un poco de historia en un lugar sagrado para los antiguos paganos, la confluencia de los dos ríos más grandes de Lituania: Niemunas y Neris. Giedrius es el embajador de la ciudad por la página de CouchSurfing, y sabe mucho de historia y leyendas tradicionales, así que fue interesante para mí escuchar un pedacito de su mundo. De ahí a probar unas cervezas locales con Knut de Alemania, y Gintare y su amiga. Al día siguiente nos encontramos nuevamente con Giedrius, Ponulis, Vaida, Knut y un par de chicos para ir al VI Fuerte de Kaunas, uno de los numerosos fuertes de la ciudad (hoy abandonado), construido a finales del s. XIX por los rusos para proteger el límite occidental del Imperio, y que durante la II Guerra Mundial (con la invasión de Lituania por parte de Alemania) sirvió como prisión y campo de exterminio para 35.000 judíos y prisioneros de guerra del Ejército Rojo. El lugar estaba cubierto por la maleza y en ruinas, y teníamos que abrir camino entre los herbajos para entrar en los lugares escondidos armados con linternas para explorar los fragmentos rotos de historias olvidadas bajo las arenas del tiempo. Las salas donde se incineraban los cadáveres todavía estaban cubiertas por una nube de ceniza irrespirable.


Terminamos cubiertos de hollín y barro, y así como estabamos fuimos a un 'bar' digno de mencionar. En Lituania está prohibido vender alcohol después de las diez de la noche, así que lo que los ingeniosos negociantes inventaron fue simplemente poner una mesa y un par de sillas adentro y pretender ser un bar, con lo que pueden burlar la ley y vender alcohol las 24 horas a las gargantas sedientas. Este en particular estaba poblado de curiosos especímenes de la fauna local que venían a socializar y disfrutar las jarras de cerveza ('alus', en lituano) por 0,50€. Así que estuvimos un buen rato degustando el bendito brebaje de malta y charlando con los locales. Nuestras pintas no debieron haber sido las mejores porque hasta ellos, que distaban de vestirse elegantes, nos preguntaron: "¿Así que son gitanos, eh?". Paroxismos de risa.

Otro día Tuchkus tuvo la idea de ir a navegar al río. El bote en cuestión era un inflable que ya había pasado sus mejores días y estaba emparchado por todos lados. Como no podía esperarse menos, llegamos tarde al lugar, armamos mal el bote y para cuando finalmente estuvimos en el agua ya eran las nueve de la noche. Así que empezamos a remar. Bueno, James empezó a remar, porque Tuchkus se pasó más de una hora hablando por teléfono y yo estaba incrustado entre los dos asientos sin poder moverme, así que le tocó a él el esfuerzo, sudar y putear bajito buena parte de los 15 kilómetros. La corriente era extremadamente lenta, así que nos tocó apurar el paso la última hora y remar sin parar porque teníamos que encontrarnos con Indre, Jovita and Tomas para unas cervezas.


También hicimos una cena de amigos para algo de 15 personas en casa de Tuchkus también esa semana. Yo preparé unos cuantos litros de deliciosa Sangría y James cocinó un increíble lechón al horno con no se que salsas y no se que cosas, quizás lo más rico que haya probado en mi vida. El terminó sus estudios de chef en Nueva Zelanda, y ahora quiere viajar por Europa (especialmente Italia) para aprender más sobre las distintas tradiciones culinarias. Y yo, claro, encantado de acompañarlo...


El fín de semana organizamos un pequeño evento en el grupo local de CouchSurfing. La idea era juntarnos en la casa de verano de los padres de Tuchkus, tocar la guitarra alrededor del fuego y quizás algún chapuzón en el río por la noche. Llegamos con James después de pedalear 15 kms. entre arbolados caminos de tierra y pequeños poblados. El lugar y la casa eran bonitos, y poco después llegaron Indre, su hermana menor Julija y sus dos CouchSurfers, Dave de Australia y André de Brasil. Luego llegó Tuchki, y más tarde Ponulis, Vaida, Giedrius y Dovile (la novia de Tuchki) completaron el encuentro. Las cervezas tibias, los aperitivos y la música fluyeron, y la lluvia no impidió que pasaramos un buen rato. Ya entrada la noche Ponulis, Vaida y Giedrius volvieron a la ciudad y nosotros nos quedamos a pasar la noche. Al día siguiente nos levantamos y comimos algo. Miramos una peli muy buena, André volvió a la ciudad y los otros chicos decidieron ir a hacer las compras y recoger setas en el bosque a pesar de la lluvia. Yo, poco amigo del mal tiempo, decidí quedarme en la casa tomando una hermosa siesta bajo una manta y al calor del fuego. La angina de Indre probó que la mía fue la mejor opción. James con la ayuda de los chicos cocinó unas pastas buenísimas con salsa de champignones y vino blanco que no tardamos en devorar. Pasamos otra noche juntos en la casa, y al día siguiente volvimos a Kaunas.

Como los padres de Tuchkus estaban en el apartamento, decidimos con James quedarnos en lo de Indre y su hermana, con Dave y los gatos Salomas y Panda de compañia. Jugamos al chancho, un juego de cartas argentino muy simple pero que es buena excusa para beber y pasar un rato divertido. Julija fue la primera en perder, y como castigo la bañamos con 20 litros de agua fría y le tiramos dos kilos de harina encima, que tardó una hora en sacarse del pelo. James fue el siguiente, y le tocó beber un buena cantidad de '999' (un licor de hierbas verde típico de Lituania) y correr desnudo alrededor del bloque...
El día siguiente fue el último día de James en Lituania, y ahora le tocaba cubrir unos 2000 kms en tres días para estar a tiempo en la granja del norte de Italia donde iba a pasar un tiempo de voluntario haciendo wwoofing. Así que nos despedimos con un poco de tristeza, después de todos los kilómetros y las historias juntos, pero con la certeza de volvernos a ver las caras pronto otra vez, en la carretera...

3 comentarios:

  1. buenisimo negri!
    q buenas historias!
    me encanto la foto de la bici en el medio del caminito arbolado...!
    te mando un beso grande
    desde la incipiente primavera de baires je
    mua!

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  2. gracias por subirme el ego! no me hace falta, pero me encanta! xDD saludos desde el incipiente y poetico otoño baltico y nos vemos en el humedo verano meridional!...

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  3. HOLA MAX...ACÁ LA RAQUE...RE LINDO TODO LO QUE CONTAS Y POR DONDE ANDAS VIAJANDO LOCOOOO !!
    TE MANDO UN ABRAZO !!! Y OTRO DIA CHARLAMOS MAS

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